Unos museos accesibles

Un paso imprescindible para garantizar el derecho a la participación cultural de todos

Uno de los temas de los que más se habla en el ámbito de los museos es el de la accesibilidad. Muchas veces asociamos directamente el término a la accesibilidad física, pero de lo que se trata es de tener una visión mucho más global y entenderla también desde el punto de vista visual, auditivo, cognitivo, psíquico, intelectual, social, precios al alcance de todos, o incluso logístico, que disponga de buena conexión y opciones fáciles de transporte público para poder llegar a ellos.

Foto de Jean Carlo Emer en Unsplash

La accesibilidad física es un tema primordial en los edificios públicos.

Aquellos que son de nueva construcción tienen muy en cuenta que puedan ser visitables por aquellas personas que tienen movilidad reducida. El problema lo tenemos en edificios rehabilitados. Debemos entender que estos no estaban pensados ​​en un primer momento para la función que ahora queremos darles y también que en algunos casos son bienes arquitectónicos que presentan muchas dificultades para ser reformados. Es evidente que es necesario realizar todos los esfuerzos en cuanto a favorecer el acceso de todos a los museos, centros patrimoniales y equipamientos culturales en general.

Debemos ampliar el foco y entender que cuando hablamos de accesibilidad incluye también la sensorial y la intelectual. Hay muchas acciones a realizar en este aspecto que ayudarían a mejorar la experiencia de la visita a estos colectivos: soportes táctiles, vídeos con intérpretes con lengua de signos, textos con macro caracteres, escritura con Braille, explicaciones de lectura fácil y un largo etcétera. Es importante que cada equipamiento tenga su plan de accesibilidad, que aplique todos los aspectos que pueda y sobre todo que encuentre formas de comunicar estas mejoras a los colectivos que se benefician. Es necesario entrar en contacto con entidades, buscar formas de hacer saber las mejoras a estas personas y encontrar fórmulas para que nos visiten. Son muchos los museos que tienen un apartado de accesibilidad en su página web y otras ya trabajan en programas y proyectos para acercar los museos a todo el mundo.

Esto no serviría de nada si no estuviera acompañado de una formación de todo el personal del museo y más específicamente de las personas que se dedican a la atención al público. También sería recomendable no realizar entradas segregadas y sobre todo incluir todas estas medidas en el recorrido habitual que hacen las personas sin discapacidad. Aunque las mejoras en accesibilidad sean pensadas por personas con alguna discapacidad, debemos ser conscientes de que estas medidas son un beneficio para todos y un paso más para garantizar el derecho a la participación cultural del conjunto de la ciudadanía.

Jordi Dorca

Programador y responsable de comunicación del Museo del Cine de Girona.
Miembro del consejo de redacción de Revista de Girona.

@jdorcacosta

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