Sismògraf, un décimo aniversario muy feliz

El Sismògraf de Olot llega a su décimo aniversario con una salud de hierro, convertido en la muestra de referencia de nuestro país en el ámbito de la danza contemporánea y el movimiento. Este éxito, que lo es, de los grandes, tiene nombre, el de Tena Busquets, directora artística del festival “que detecta el movimiento”; también el del Instituto de Cultura de Olot encabezado por Ricard Sargatal. También tiene que ver con ello la consideración de “festival estratégico “por parte del Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña, hace cuatro años.

La Grande Phrase, de la Compagnie Didier Théron (Hiroshi Fujii)

La Grande Phrase, de la Compagnie Didier Théron (Hiroshi Fujii)

El mayor mérito del Sismògraf y el secreto del éxito, aparte de la calidad artística indiscutible de la programación, es el arraigo que esta propuesta tiene en la ciudad de Olot. Los olotenses no sólo se sienten orgullosos, porque el Sismògraf sitúa su ciudad en el mapa de la creación en Cataluña y en el Estado, sino que también lo viven a fondo, lo disfrutan en las plazas, parques y calles, agotan las entradas de los espacios cerrados y participan con entusiasmo en todas las propuestas del festival, por muy aparentemente descabelladas que sean. La celebración de la edición de este año del Sismògraf, que se celebrará del 19 al 22 de abril, es una excusa perfecta para pasar tres días inolvidables en Olot.

Erupción de circo coreografiado

Existen creadores y compañías de danza contemporánea en este país a las que no podremos agradecer nunca suficientemente su aportación y su capacidad para ensanchar el campo de visión del espectador. Compañías que tienen la capacidad de hacer algo tan complicado como es crear nuevo público. Cesc Gelabert, Àngels Margarit, Sol Picó, Malpelo o La Veronal, ya consolidados, forman parte de este grupo, al que se han añadido figuras colosales, como Vero Cendoya -no se pierdan La partida si alguna vez tiene la oportunidad de asistir a dicho espectáculo-, Roberto Oliván, Quim Bigas, Pere Faura, loscorderos … La capacidad de estas compañías de abrirse a otros lenguajes artísticos, mezclando la danza con el circo o el teatro gestual, por ejemplo, ha sido un factor que ha hecho aumentar el público de danza, que proviene de diversas disciplinas para converger en espectáculos de estas compañías. En Francia ya le dieron nombre hace tiempo a esto, las “artes cruzadas”. Blaï Mateu es un ejemplo. Proveniente del circo, sus espectáculos incorporan, cada vez de manera más patente, la danza, al igual que Joan Català, bailarín y clown excelente, o Roser Tutusaus. Jordi Galí, que estará presente en el Sismògraf, también es un muestra de la mezcla de danza, instalación, performance, en unos espectáculos que podríamos calificar casi como site specific. Galí se inscribe en el Sismògraf de este año en un ciclo que levantará mucha expectación y que han llamado Erupción de Circo Coreografiado. Esta propuesta, según anuncian desde el festival, consiste en “poner el foco sobre un aspecto concreto de la danza: una idea, un movimiento, una coreógrafa, un bailarín, una compañía, un territorio …” Galí, un intérprete muy reconocido en Francia, pero bastante desconocido en nuestro país, ha sido incluido en este ciclo junto con Roberto Olivan (Cuculand Souvenir), Marta Torrens-Hecho a mano (Bruto), Las Lo Las-El Paller-Arte Estudio (Oscuras) y Paula Quintas -Traspediante (Analepsis). Pero es que además, el Sismògraf también es motor de creación, ya que participa en la coproducción de hasta 5 espectáculos de los 27 que se podrán ver en Olot, incluyendo el de Roberto Olivan y Las Lo Las, de los cuales 8 son estrenos.

De las ‘Réplicas’ a la ‘Onda expansiva’

Set of sets, de Guy Nader y María Campos (Alfred Mauve)

Set of sets, de Guy Nader y María Campos (Alfred Mauve)

Además de la Erupción, que en la edición del año pasado estaba dedicada al sistema vasco de la danza, el Sismògraf ha consolidado las Réplicas, que son espectáculos de danza que tienen lugar fuera de las fechas del festival pero que están vinculados a él, y la Onda expansiva, que son una serie de propuestas que se programan en otras poblaciones de la Garrotxa. También resulta habitual una vertiente a la que se presta mucha atención desde el Sismògraf, como es el programa educativo, que este año contiene 4 propuestas, y el conjunto de talleres que se imparten, aprovechando la presencia de artistas de gran nivel de nuestro país. Las propuestas que se presentan habitualmente en este festival suelen demostrar un remarcable grado de compromiso con la sociedad y la realidad que nos rodea, con posicionamientos políticos bastante inequívocos. Este año el grado de compromiso se ve reforzado con una serie de propuestas que hablan sobre las migraciones, los refugiados o cuestiones de género. A todo esto hay que añadir uno de los aspectos importantes de la muestra: su condición de escaparate, de mercado de referencia de las propuestas de danza contemporánea al que acuden los programadores para conocer propuestas que luego puedan programar en sus espacios .

Hay unos cuantos espectáculos indispensables en el programa, desde el Set of sets (Guy Nader / María Campos) hasta el Air o La grande phrase de la Compagnie Didier Théron, pasando por C.O.S. de Vero Cendoya, o los espectáculos de Roberto Olivan, Sociedad Doctor Alonso, Quim Bigas, Kernel Dance Theatre o el siempre maravilloso itinerario de danza en el Parc Nou, una manera brillante de cerrar el domingo a mediodía los días más intensos del festival.

Dani Chicano
Periodista / Director de la revista Proscenium

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