¡El día de la marmota, otra vez!
La consejera de cultura habló en sede parlamentaria de los pocos recursos públicos que el presupuesto del gobierno ha destinado a entidades, empresas, plataformas e instituciones culturales del país. El presupuesto de la Generalitat de 2020, el último aprobado, dedicaba un 1,1% del total a las artes y la cultura, una cifra muy alejada de la eterna reivindicación del 2%. En esa misma comisión anunció que se produciría un aumento del 28% en la partida de su departamento, este se situaría ahora a 1,3% del total, en números absolutos estaremos hablando de 82 millones, un aumento escaso, y más si tenemos en cuenta que se habla de las cuantas más expansivas de los últimos años. También habló del objetivo de alcanzar un 2% del total al término de la legislatura. Una vez más no sabemos si los propósitos se van a cumplir.
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¿El cuarto pilar del estado del bienestar?
Si realmente creemos que, junto a la educación, la sanidad y los servicios sociales, la cultura es el cuarto pilar que sostiene el edificio del estado del bienestar, no se puede permitir que la Generalitat dedique 30 € por habitante a la cultura. La consejera anunció que aparte de la meta de llegar al 2% del total de presupuesto de la Generalitat, se pretende que el gasto total por habitante al año sea de 200 €, sumando el conjunto de las aportaciones de todas las administraciones, ayuntamientos, estado y las diferentes diputaciones. Una cifra plausible. Lo cierto es que por ahora estamos lejos de los estándares europeos, Portugal destina unos 158 euros y Francia 476 euros por habitante en la cultura. Hay margen de mejora.
El mito de Sísifo o el día de la marmota
Quienes nos dedicamos al sector cultural tenemos la sensación de ser los personajes protagonistas de un relato que reescribe el mito de Sísifo y estamos condenados a empujar eternamente hasta la cima de una montaña una roca enorme que, una vez arriba, vuelve a rodar siempre hacia el fondo, o quizás somos como Bill Murray, un personaje atrapado en el día de la marmota, pero lo cierto es que cada año nos vemos reclamando un presupuesto digno por un sector que sufre una infrafinanciación crónica que todo el mundo reconoce, pero de momento nadie lo resuelve.
Por el momento se negocian presupuestos y se habla más de aeropuertos, cinturones viarios y casinos que de las dificultades de artistas, programadores, directores y público para hacer frente a un año inflacionario que se prevé muy duro para el sector. Mucho me temo que los 82 millones de euros de aumento que se producirán en caso de que no se prorroguen los presupuestos no serán suficientes, si tenemos en cuenta que el alza de los precios penalizará, y de qué forma a todos los equipamientos culturales. El próximo año tendremos que escribir otro artículo como este reclamando, de nuevo, que se ponga la cultura en el lugar que le corresponde, lo podremos titular, “Hoy es el día de la marmota, ¡otra vez!
Jordi Dorca
Programador y responsable de comunicación del Museo del Cine de Girona.
Miembro del consejo de redacción de Revista de Girona.
